La retícula estructural de vigas y pilares de acero que conforma la fachada sirve como replanteo de la envolvente del edificio, que en la parte orientada al jardín está formada por una doble piel de vidrio laminado, entre cuyas hojas se dispone una cámara que permite la ventilación de la fachada y evita su recalentamiento. La transparencia de la envolvente, donde predomina el vidrio matizado según las orientaciones con celosías cerámicas o de madera, permite relacionar visualmente el interior del edificio con el exterior. La fachada interior correspondiente al patio está formada por una doble piel de vidrio. La primera construida con vidrios laminados templados 10+10 extraclaros, de dimensiones 365x205 centímetros, colocados con doble junta de neopreno en continuo sobre perfil metálico. La segunda piel construida con vidrios laminados 8+8 extraclaros, con butiral incoloro, en dos hojas correderas superpuestas sobre cerrajería revestida de chapa galvanizada y madera de cerezo.

Así mismo encontramos una celosía de gres que protege los espacios más privados o expuestos a la radiación solar. La celosía está formada por piezas extrusionadas y cocidas a alta temperatura (1250ºC), con absorción de agua menor del 2%, con salientes laterales para la colocación de varillas metálicas para armar los distintos conjuntos. Las piezas poseen distintos tamaños así como una gama de diez tonos de blanco, uno de ellos predominante.