La estructura del edificio está formada por dos materiales. Primeramente encontramos hormigón armado parcialmente hundido en el suelo, formando una cáscara trapezoidal, la cual es la encargada de dar estabilidad y conformar el edificio. El hormigón armado se extiende hacia el interior de la colina, permitiendo así crear una sala de estar, cocina y baño creando así un lugar de refugio para poder leer y disfrutar de las vistas de la ría. Es este material el que envuelve prácticamente por completo el espacio, ya que gran parte de la cubierta está conformada con él, para dar mayor estabilidad y que ésta sea transitable se procedió a alargar el material en la parte derecha hasta que este introdujo nuevamente en el terreno y se creó una especie de pilote. En la parte superior encontramos una estructura cristalina que conforma un complejo poliedro y otorga al edificio unas maravillosas vistas al mar, simulando éste la cabina de un avión o un barco. Los perfiles de la estructura cristalina son de madera. El interior del refugio es un espacio diáfano, carente de pilares u cualquier otro elemento estructural. Así mismo es el propio hormigón de la estructura el que crea un banco que nos permite contemplar las vistas y unas escaleras que nos conducen hasta el mirador. Los materiales empleados y la creación del jardín en la azotea permiten que la casa se integre perfectamente en el entorno. Se ha permitido que la naturaleza crezca alrededor de la estructura sin ningún tipo de límite llegando a parecer ésta invisible y creando así un gran efecto, puesto que si miramos del exterior al interior apenas obtenemos vistas, sin embargo si llevamos a cabo lo contrario nos encontramos ante la extensión y la totalidad de las vistas que ofrece desde el interior de sus habitaciones este singular edificio.